LIBERTAD PARA EL IMPUTADO ¿ES JUSTA LA JUSTICIA?

Durante todos estos años hemos respetado y acatado todas las decisiones judiciales, aunque demasiadas veces no las compartiéramos, y esta vez no va a ser menos. Por supuesto que respetamos el auto de la Audiencia por el que estiman el recurso presentado por la defensa del imputado y ordenan su puesta en libertad, pero permítannos que, aún respetándolo, formulemos lo que en argot jurídico denominan "sana crítica".

Todos sabemos que la ley se puede interpretar de distintas maneras, lo vemos todos los días en procesos civiles, penales, administrativos, etc. En este caso, el juez de Ribeira adoptó las medidas que, jurídicamente, le parecieron aplicables dada la gravedad de los hechos imputados al detenido; pero la Audiencia tiene una interpretación jurídica distinta y, aún manteniendo la imputación, discrepa en el rigor de las medidas adoptadas.

Para la familia de María José resulta muy inquietante saber que la persona imputada por su desaparición y posible asesinato está en la calle. Desde nuestra lógica subjetividad, pero también apelando al sentido común, consideramos que no es razonable que alguien con una imputación tan grave esté en libertad; sencillamente, teníamos el convencimiento de que el único lugar donde debe estar un imputado por asesinato es la cárcel y nos resulta difícil de entender que lo que nos dicta el sentido común sea contrario a lo que parece amparar la ley. ¿Es justo que quien, presuntamente, ha arrebatado el derecho a la vida a nuestra hermana, esté libre porque se limitan sus derechos manteniéndolo en prisión?

A pesar de no entenderlo ni compartirlo, no nos tomamos este episodio como una derrota, en absoluto, porque lo único que ha cambiado es la situación personal del imputado, que pasa de estar en prisión a estar en libertad; pero la investigación, la instrucción y la práctica de diligencias continúan.

Que nadie piense que el hecho de que el imputado esté en libertad nos va a condicionar para seguir luchando; es más, esto constituye un revulsivo para mantenernos en nuestra determinación de seguir hacia adelante hasta conseguir el total esclarecimiento de los hechos. Llevamos quince años luchando y no vamos a flaquear por un nuevo revés, porque estamos convencidos de que al final triunfará la justicia aunque en estos momentos tengamos serias dudas de que exista.