Desapareció el 15 de agosto de 1996.
Vivía y trabajaba en Santiago de Compostela.
Todo indica que fué víctima de un asesinato, pero sin cuerpo no hay delito, ni culpables ni descanso para los que la queremos.
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El 5 de marzo de 2011, el juez ordena la detención de Ramiro Villaverde Gómez para tomarle declaración en calidad de imputado por el asesinato y la desaparición de María José Arcos Caamaño. El 8 de marzo ingresa en la cárcel de Teixeiro.